El arte de la “Simplicidad”, Ken Segall el personaje creador de la “i” en los productos insignia de Apple
“Lo simple puede ser más difícil que lo complejo, tienes que hacer un esfuerzo para aclarar tus ideas y simplificarlas, pero al final vale la pena, porque cuando lo consigues puedes hacer lo que quieras” Steve Jobs
Ken Segall
ex director de Marketing y fiel escudero de Steve Jobs en dos momentos claves
de su vida, durante el despido de Apple y la posterior constitución de “Next”
empresa de informática creada en 1985. Y en un segundo momento cuando Jobs
regresa a Apple a reconstruir la empresa que se caía a pedazos luego de los
malos manejos de la junta directiva.
Steve
conocía perfectamente a Segall y su capacidad, era su “hombre de confianza”,
teniendo en cuenta lo fundamental que fue el “marketing” en la historia de este
grande tecnológico. Ken hizo historia en Apple, pero si buscáramos un par de
legados serían los siguientes: Ser la cabeza detrás de la “i” de los productos
insignia de la compañía y además ser la persona que lideró la campaña “Think
different”, una joya de la industria marquetera de la época. Además, Segall y
Jobs hicieron equipo al frente de temas de diseño de producto, simplicidad en
las curvas de los iPad y iPod de la época, fue parte también de las decisiones
en la “redefinición del portafolio” de apple dando de baja varios productos y
segmentos, para al final quedarse enfocados en dos nichos principales:
Profesionales y consumidor.
Este es un pequeño
resumen del palmarés de Segall quien hoy en día es un gran orador, luego de su
retiro se dedica a rodar por el mundo dando charlas con WOBI del “tras bambalinas
de Apple”, contando cómo era la cultura al interior, cuál era el mindset del
equipo en esos tiempos y sobre todo ¿Cómo era esto de trabajar con Steve Jobs?
¿Fue mala persona en el trabajo? ¿De donde provenía su inspiración? ¿Cómo llega
a formar una compañía de millones de dólares? ¿Podría ver el futuro de la
tecnología, o simplemente decidía crearlo?
En el
recorrido de este artículo vamos a profundizar en estos temas basados en el
libro escrito por Ken Segall “Increíblemente Simple”:
- La historia detrás de la “i” de Apple
- El palo de la simplicidad
- Foco de portafolio de productos
- Curvas y sex-appeal de los productos de Apple
- Campaña “Think Different” que revolucionó el ATL de la época
La
historia de la “i” de Apple
Tener en tu
equipo una persona que en ocasiones tenga discrepancias, es de los mejores
escenarios que se pueden dar para un crecimiento exponencial. Al interior de
Apple el comentario de pasillo es que Jobs era brillante en las reuniones, pero
al mismo tiempo era un ogro, en ocasiones podría llegar a ser irrespetuoso por
su forma de ser tan fuerte y directa. Ken conocía a Steve cómo la palma de su mano
trabajó para Apple desde una agencia externa y luego Jobs lo contrató
directamente para este grande tecnológico. Dentro del proceso de diseño del que
iba a ser el computador más emblemático de la época, iba todo de maravilla
hasta que llegaron al nombre que debía llevar este dispositivo. En términos de
funcionalidad, experiencias de usuario, diseño físico y todos los componentes
de software no había dudas, pero el nombre era el último paso, para este caso
uno de los más determinantes.
Steve tenía
en su cabeza que este PC debía llamarse “Macman”, en varias reuniones expuso
este nombre a lo que Segall siempre sostuvo su posición de rechazo debido a lo
alejado que estaba el nombre de la esencia de la compañía y de la poca emoción
que generaba al escucharlo. Fueron muchas discusiones con Steve hasta que finalmente
Ken le presenta su propio concepto, propuso la “i” y su idea era que se llamara
iMac, tenía varios argumentos detrás de esta “i”, la relación con la palabra
internet, imaginación, pero sobre todo “individual” conectaba con los valores
de Apple, con el portafolio de productos y con el sentido de pertenecía con la
marca y el dispositivo mismo. Steve era una persona muy sabia y sabía el
momento justo en el que debía abandonar su idea y subirse a otras mucho más
potentes, tal fue la conexión que Jobs tuvo con la “i” que estuvo dispuesto a
lidiar con pleitos legales años después con iPhone ya que otra compañía de
tecnología lo tenía registrado previamente.
El palo
de la simplicidad
“La simplicidad juega un rol en cada negocio, el problema es que no recibe siempre la atención que merece” Ken Segall
En las
organizaciones y en los equipos en general debe existir una posición que cumpla
el papel de “guardián de la simplicidad”, normalmente hacemos que cosas muy
sencillas se vuelvan complejas con facilidad. Dentro de Apple este personaje
claramente era Steve Jobs, cómo anécdota cuenta Segall, en un comité de diseño
que al comienzo se veía bastante rutinario y sin contratiempos, de un momento a
otro cambió de rumbo, una persona que fue invitada a última hora ingresó a la
sala, inmediatamente fue vista por Steve y le preguntó ¿Qué haces en este
comité? la invitada respondió que la habían convocado a presentar una parte del
proyecto, a lo que Steve respondió con contundencia que no tenía nada que hacer
allí y que por favor saliera de la sala. Para muchos puede ser un acto de
grosería para Jobs era simplemente “El palo de la simplicidad”, una de sus
reglas básicas era: grupos pequeños de personas adecuadas con aportes
contundentes, entre más acotado foro mucho más potente podría llegar a ser,
además liberas tiempo de las demás personas. Hay mucho trabajo por hacer para
que pierdas cuarto horas en un comité en el cual no vas a aportar mucho. Para
el no era nada personal era simplemente cosas de negocios.
Reducción de oferta de producto al regreso de Steve
El problema que teníamos en ese entonces era que no sabíamos exactamente cuáles eran los productos del futuro, entonces teníamos que creerle a Jobs cuando decía “el futuro es brillante”
Luego del corto paso por Next, Segall y Jobs regresaron a Apple en medio de una tormenta, la compañía iba rumbo a la quiebra, la cultura se había perdido, la complejidad había tomado el control al interior y lo peor de todo, los usuarios de apple estaban migrando a otras marcas. En ese momento Steve decide tirar a la basura un gran número de productos y segmentos de usuarios, definiendo en un cuadrante sencillo el futuro de la compañía:
Un dibujo
en su tablero muy a su estilo no solo marcaba el rumbo del portafolio de apple
sino de la estructura al interior, base del marketing, cultura, way of working
y marco estratégico general. De nuevo hacia uso de su palo de la simplicidad
para dar un “timonazo” al costado contrario del abismo, creó dos tipos de
usuario (Consumidor y Profesional), a su vez dos tipos de dispositivos
(Escritorio y portátil). Para él la competencia no estaba en el B2B (Business
to business), sino en el B2C (Business to consumer), el mercado para ese
entonces estaba saturado del lado corporativo con IBM y Microsoft bajando sus
precios, para Jobs la ventaja competitiva de apple era otra complemente
distinta, debían diferenciarse por diseño, marca, aspiracionalidad e
innovación. Definido este cuadrante también quedaron marcados los productos
ganadores para cada uno de ellos.
Curvas y sex-appeal de los productos de Apple
“La simplicidad no es tarea fácil, implica esfuerzo e innovación, se trata de eliminar lo superfluo y centrarse simplemente en lo que añade valor al cliente”.
“Nike vende una mercancía, vende zapatos. Sin
embargo, cuando uno piensa en Nike, siente algo diferente a lo que se
experimenta con cualquier empresa de calzado. En sus anuncios, nunca hablan del
producto. Nunca hablan de sus suelas de aire, de cómo son mejores que las
suelas de Reebok. ¿Qué hace Nike en su publicidad? Honran a los grandes atletas
y honran al atletismo. Lo engrandecen. Eso es lo que hacen”.
Lograron
posicionar una campaña que conectara a los usuarios con el producto, en el
momento de mayor crisis para la compañía, situando a Apple como una marca
“aspiracional”, además de las piezas visuales lanzaron el comercial “Crazy
ones” en 1997 que dio un giro completo a la situación de empresa:
Este fue el
copy del comercial:
“Este es un homenaje a los locos. A los inadaptados. A los rebeldes. A los alborotadores. A las fichas redondas en los huecos cuadrados. A los que ven las cosas de forma diferente. A ellos no les gustan las reglas, y no sienten ningún respeto por el statu quo. Puedes citarlos, discrepar de ellos, glorificarlos o vilipendiarlos. Casi lo único que no puedes hacer es ignorarlos. Porque ellos cambian las cosas. Son los que hacen avanzar al género humano. Y aunque algunos los vean como a locos, nosotros vemos su genio. Porque las personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo... son quienes lo cambian”
Conclusión
Steve Jobs
no fue un genio o un dios cómo lo describen en los medios, en mi opinión fue un
gran visionario, una persona con muchísima capacidad, pero quien en efecto
estuvo muy bien rodeado, Steve Wozniak se mantuvo muchos años en el anonimato con
un perfil técnico y poco marquetero, Ken Segall fue su mano derecha desde
marketing en los años más determinantes para su carrera como CEO de Apple y
Next respectivamente. El equipo de trabajo tiene un gran mérito en todas las
historias de éxito, mucho se dice que “somos el promedio de las cinco personas
con las que interactuamos”. Un equipo lo que es todo, tener perfiles heterogéneos
hace existan diferentes maneras de abordar las situaciones, “a las marcas nos
las construye una sola persona”, es el equipo en conexión con los usuarios o
consumidores quienes verdaderamente lo hacen posible.
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